Estaba recostada descansando después de realizar las labores del hogar y recordé aquella lectura en el antiguo testamento sobre la serpiente de bronce (núm. 21:4-9). (Por eso es importante leer la Biblia así tenemos sobre que meditar) bien, recordé que en ese momento el pueblo estaba cansado y desanimado y habló contra Jehová y sobrevinieron como castigo una cantidad de serpientes ardientes que los mordían y gran parte del pueblo murió. Entonces Moisés intercedió por ellos y Jehová mando hacer una serpiente de bronce y que esta fuera colocada sobre un asta y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella viviría.
Esas serpientes mordían al pueblo, los dañaban, y le causaban la muerte, pero inmediatamente miraban el objetivo que era la serpiente de bronce tenían vida. Podemos decir que esas serpientes ardientes y que causan la muerte es el pecado que llega a la vida de las personas y que es causa no solo de la muerte del cuerpo sino también de la muerte eterna de nuestra alma; pero por la misericordia de Dios y la intercesión de Jesucristo en aquella cruz, podemos tener vida.
Nuestro objetivo es Jesús, debemos poner nuestra vista en aquella cruz, en aquel sacrificio y entonces tendremos vida. Y no solo mirar a Jesús, es estar cerca de el, ser como el, caminar su camino, ¡conocerlo! El es el que nos da vida, trata de conocer de el todo lo que es y significa para nosotros. Lee la Biblia, identifica sus cualidades: amor, paz, mansedumbre, benignidad, fidelidad, paciencia, humildad, paz… e imítalas.
Cuando sientas un vacío que resuena en tu corazón, mira a Jesús.
Cuando sientas que tu vida esta perdiendo sentido, mira a Jesús.
Cuando la desesperanza llegue a tu vida, mira a Jesús.
Cuando los demás solo sean personas y no tu prójimo, mira a Jesús.
En todo momento y a cada paso, mira a Jesús.
Solo en Jesús hay vida. Mira la cruz.
Jn 14:6
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al padre, sino por mi”
