martes, 19 de mayo de 2015

A LA MADRE SOLTERA, LA MUJER DIVORCIADA Y LA VIUDA

Cuando llegamos a los caminos del Señor lo hacemos con una historia a cuestas, una vida en la que tomamos decisiones equivocadas fuera de la voluntad de Dios, decisiones que como fruto han dado a nuestras vidas consecuencias no deseadas. Pero Dios, nuestro Dios, no rechaza a un corazón contrito (dolor y pesar de haber pecado u ofendiendo a Dios) y humillado (Salmos 51:17).

Muchos de los hombres también vienen con sus historias (De haber abandonado hijos, rechazado a su esposa, infidelidad, y más) son los que ponen en práctica una especie de discriminación hacia mujeres en su misma condición. Por qué?  Acaso no hace Dios todas las cosas como nuevas? hemos sido restauradas, renovadas en Cristo Jesús.

Mujeres:
Amadas hermanas, princesas del Dios altísimo, nadie tiene derecho de herir un corazón que ha sido restaurado por Dios. No te aferres a alguien que le da más valor a tu pasado que al cambio maravilloso que Dios ha hecho en ti. Tu felicidad depende de Dios no de una persona, en Dios te completas, con alguien más solo te complementas. Tus hijos son un regalo valioso que Dios ha puesto en tus manos, (Hacerlos a un lado por un hombre no tiene sentido) que tu futuro esposo sepa que no son una carga, y que tus hijos ya tienen (o tuvieron) un padre biológico y tienen al padre celestial, que el hecho de que él se convierta en un padre para tus hijos depende de él, no de un estatus legal y dice mucho de un hombre el deseo de ser un tutor, un guía espiritual y una buena influencia para la vida de futuros hombres y mujeres de Dios.

Hombres:
Una mujer no vale menos porque haya tenido una experiencia previa emocional o sexualmente y si piensas eso estas totalmente en contra de cómo lo ve Dios (Quien ve el corazón), ella está más que consiente de sus errores del pasado NO necesita tu desprecio o tus recordatorios. Al asumir un compromiso con ella NO le estás haciendo una favor, ella no necesita un favor, necesita que la amen tal cual es, que la apoyen, que la animen, que la valoren. Ella sabe que no eres perfecto y estará dispuesta a amarte, respetarte y ayudarte para que juntos formen un hogar lleno de la gracia y el favor de Dios. Ama a sus hijos, apóyalos, muéstrales tu amor cristiano, que ellos te amen y te acepten dependerá en gran parte de ti, si no lo intentas no lo lograras.  


El amor es benigno… (Corintios 13) practica el amor en toda su esencia.