domingo, 10 de enero de 2010

¡Resiste!

Hebreos 12:4 Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado

A diario nos la pasamos quejandonos de las cosas que nos suceden, fijandonos, en lo que no tenemos y anhelando, cosas que tal vez, no convienen. Nos la pasamos cuestionando a Dios por nuestro dolor y no nos detemos a pensar que posiblemente fueron nuestras propias desiciones que nos llevaron a ese punto de dolor en que somos impotentes y nada podemos hacer por nosotros mismos. Peor aun en muchos casos nos abandonamos al dolor y lo hacemos parte de nuestras vidas.


Pensamos que pasará pero, no hacemos nada al respecto, a veces debemos revisarnos, yo diria que a diario debemos tener cuidado en nuestro andar, pedirle a Dios que nos renueve y que aparte nuestros pasos del mal y del pecado que arropa esta tierra. Y cuando estamos en medio de este mar de dolor y de tormento, acudir al padre, nuestro Dios y creador y pedirle a El que nos dé las fuerzas para resistir, para seguir adelante, para obtener la victoria; reconociendo que en nuestras propias fuerzas no podemos vencer al pecado, no podemos vencer al enemigo y solos no podemos resistir al dolor.


Está en este momento en mi mente la letra de una adoracion que dice:
Si me faltan fuerzas para seguir Si todos me abandonan te tengo a ti Acudo a tu presencia para calmar mi ansiedad...






Tenemos al Señor de nuestro lado y podemos acudir a El a cualquier hora y en cualquier lugar y estará dispuesto a socorrernos. Cuando te sientas débil, cuando te falten las fuerzas, cuando aquellos que pensabas que podian ser tu ayuda se apartan, acude a Dios. A veces pensamos que pasamos por el tormento y el dolor mas fuerte que jamas ha existido, pero como dice la palabra de Dios en Hebreos ...No hemos resistido hasta la sangre... ¡Hasta la sangre! diran muchos, si hermanos, hasta la sangre como nuestro Señor resistió, el mensaje es que no importa que tan doloroso sea no es la situacion mas dolorosa que existe y puedes estar seguro de eso. Hebreos 12:3 dice: Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.


Cuando pienses que atraviesas el mayor de los dolores o tormentos piensa en Jesus, no nos toca a nosotros resistir hasta la sangre, porque ya lo hizo Jesus por ti y por mi. Así que solo acude a su presencia y resiste, me consta y testifico de que El verdaderamente no nos abandona en medio del dolor y esas pruebas son menores a aquello que podemos soportar, nuestro dolor no nos hará desmayar en ningun momento si estamos aferrados a la presencia de Dios en nuestras vidas. Jesus nos dice.
...En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Jn 16:33



De nada tenemos que preocuparnos, pues El mismo Señor nos dice que confiemos, El venció al mundo y vela por nosotros, nosotros ocupemonos de a pesar de la situacion y de la afliccion vivir una vida en santidad, agradable a Dios, andando como Jesus andó, recordando siempre que somos herederos del REYNO y como tales debemos vivir.


Que nuestro Dios ponga en ti la fortaleza, la fe y el valor de pelear la batalla que a cada uno nos toca.


¡Dios te bendiga!


E.H.


No hay comentarios: