lunes, 20 de julio de 2009

Haz tu parte y recibe el milagro

Por demás esta decir que Dios esta de nuestra parte, El está esperando que nos acerquemos a El, y le reconozcamos como nuestro creador, el dador por excelencia, nuestro Padre celestial.

Muchas veces venimos ante Dios con una petición o asumimos que El ya sabe lo que queremos (Y es cierto) y que por eso no debemos pedirlo.

La cuestión es que Dios quiere bendecirnos, pero hay una parte que nosotros tenemos que hacer, antes que nada buscarle en oración, y poner en sus manos nuestras necesidades con fe. Creyendo que así será, pero reconociendo que seremos bendecidos en la medida en que esas peticiones no nos aparten de Dios. Pues no siempre lo que pedimos es bueno para nosotros.

Algunos que hicieron su parte:

Bartimeo Mr 10:46-52
46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! 49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. 51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.

Lo primero es que Bartimeo había escuchado de Jesús y sabía de lo que era capaz y de su gran poder, cuando logró reconocer que Jesús estaba ahí le buscó llamándole (ya que no veía y no tenia otro recurso), no se rindió y sobrepasó los obstáculos (v48) siguió insistiendo y recibió su milagro. El hizo su parte. 1ero Reconoció el poder de Jesús; 2do le buscó y 3ero Recibió.


La mujer que toco el manto de Jesús
Lc 8:43-48

43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, 44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. 45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado? 46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí. 47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. 48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.

Esta mujer aun estando enferma se esforzó en llegar hasta donde estaba Jesús y tocarle, porque ella tenia fe en que si solo lo tocaba recibiría el milagro y así fue, y esto sucedió porque ella hizo su parte. No le importó, lo que tendría que pasar y sufrir para llegar allá puso todo su empeño y energía y no se rindió en ningún momento.

El paralitico Lc 5:18-20,24

18 Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él.
19 Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús.
20 Al ver él la fe de ellos, le dijo:
Hombre, tus pecados te son perdonados.
24 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados(dijo al paralítico):A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

Este paralítico, podemos ver que tenía además de buenos amigos, amigos que tenían la fe suficiente, para lograr su objetivo, que era llegar a la presencia de Jesús, les costo tanto, que tuvieron que entrar por el techo, ya que la multitud no los dejaba pasar, pero lo subieron y luego llegaron al lugar deseado estar ante la presencia del hijo de Dios, ellos hicieron su parte, Jesús lo reconoció y el paralitico recibió su milagro.

Y como estos ejemplos que acaban de leer pueden leer muchos mas en la Biblia,no importa el milagro que estemos buscando, eso que tanto anhelamos, es algo que por mas que empleemos nuestros propios medios, los resultados no serán efectivos, lo mejor que podemos hacer es emplear nuestros esfuerzos en llegar ante la presencia del hijo de Dios, ante el trono de la gracia y a partir de ahí de nosotros haber hecho nuestra parte, ser paciente y esperar en Jehová y el hará (Salmo 37:5-7)

Solo haz tu parte, Reconoce que en Jesús esta el poder, busca su presencia, espera y recibe el milagro, pero todo, al tiempo de Dios, no te angusties, ni desesperes y serás bendecido.


De: E.H.


sábado, 11 de julio de 2009

Ya no vivo yo mas vive cristo en mí


Bien lo dice la palabra de Dios, desde ese momento especial en que entregamos nuestras vidas a nuestro salvador, no vivimos más nosotros; (Gal 2:20
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi…) debemos dar ejemplo con nuestras vidas, con nuestro proceder.

Cada día, cada momento, cada hora, cada segundo tenemos la oportunidad de demostrarle a Dios, que tan dignos somos de ser llamados sus hijos, vi una frase en un correo que recibí de un amigo que decía: “Dios siempre te ve, dale tu mejor espectáculo”, ¿Que te parece? Acaso no es cierto eso, nuestro creador, siempre nos ve, démosle un gran espectáculo de humildad, de ayuda, de perdón, de amor, de cada cosa que nuestro Señor nos manda a practicar.

Tengamos siempre pendiente, ese renacer que Jesús nos regaló, esa nueva vida, esa nueva oportunidad de ser. Ese sacrificio, que nos dio el derecho de ser llamados hijos de Dios. Hijos de un Dios que a pesar de que le fallamos una y otra vez, nos perdona, nos protege, nos guía y nos lleva de la mano de manera que permanezcamos firmes en el camino.

Pero debemos diariamente alimentar nuestra vida espiritual, mantener nuestra mente en contacto con Dios, hablarle por medio de la oración, pues el siempre está presto a escucharnos. Leer su palabra, meditar en ella y en lo posible trabajar en su obra, dejándole saber a los demás las maravillas que Jesús ha hecho en nuestras vidas. Da de lo que recibes. Dios nos bendice cada día, permite que otros reciban bendiciones, háblale de Dios y de su gran amor.


Cuando nos va mal, debemos revisar nuestra visa espiritual, no es El que se aleja o nos olvida, somos nosotros quienes nos alejamos de el y nos olvidamos que el existe. Aun así, cuando estamos hundidos y desesperados y decidimos acordarnos de el, entonces el nos extiende sus manos y nos levanta, dándonos esa oportunidad que en diferentes ocasiones rechazamos; El nos hace renueva y es así que llegamos a ser nuevas criaturas, en donde debemos tomar responsablemente esa decisión de que no somos nosotros los que vivimos, sino que es Cristo quien vive.


Aporte de: E.H.

domingo, 5 de julio de 2009

Tu verdad, mi verdad y la verdad


Las personas han dado a la palabra verdad el significado que mas le conviene, de hecho, he escuchado decir que si de 10 personas 9 afirman una mentira, esta se convierte en verdad; pero esto le quita totalmente el sentido y significado a la palabra, por tanto de aplicarse esto de manera en general valdría que no existiera la “Verdad”, lo cual no le agradaría a personas que viven su vida basados en la verdad y justicia.

Encontramos como significado de verdad lo siguiente:

- Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
O sea la verdad es algo que yo no puedo negar ya que la razón no me lo permitiría.
- Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación alguna.
Es el valor inmutable de algo, que se mantiene igual por siempre, que no puede ser cambiado.

Ahora bien, existen personas que adoptan sus propias verdades, las que ellos consideran es su norte y por mas teorías o argumentos de otras personas, entienden que ellos tienen la verdad; por lo general estas personas tarde o temprano se dan cuenta de su error, lo peor es que a veces es muy tarde. Independientemente de tu verdad y de mi verdad, está la verdad, podemos leer en Jn 14:6 lo siguiente:


“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al padre, sino por mi.”


Ahora la palabra verdad obtiene un significado diferente, un aun mejor significado. Podemos entonces decir que, si Jesús es la verdad, la verdad es igual a Jesús y si Jesús es el camino, entonces la verdad es el camino y si Jesús es la vida, la verdad es la vida.

Para muchas personas el argumento que utilizan para justificar sus acciones es su verdad; lo mismo para Caín su verdad era que su ofrenda debía ser igual o mas agradable antes los ojos de Dios, como la de su hermano Abel. Pero “La verdad” es que solo Dios conoce el corazón de cada uno de nosotros.

Al igual para sus padres Adán y Eva su verdad era que la culpa absoluta de ellos haber pecado, era de la serpiente y no de ellos. “La verdad” es que Dios les había dado instrucciones claras de lo que debían o no comer, simplemente ellos desobedecieron.

La verdad de Saúl era que tomar lo mejor de los amalecitas para ofrecer holocausto era lo correcto (El Señor le indico destruir todo en absoluto), pero “La verdad” es que: …ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios y el prestar atención que la grosura de los carneros. (1 Samuel 15).

La verdad de los amigos de Job, era que Job tal vez había pecado o algo andaba mal en el, para que llegara a estar en tan mal momento y haberlo perdido todo. “La verdad” es que Job sabia en quien había creído.
Para Pablo su verdad era en lo que el había creído siempre y algo nuevo para la humanidad como el evangelio de Jesús estaba equivocado, por tanto el debía acabar con sus seguidores. Hasta que “La verdad” (Jesús) se puso en su camino y pudo ver que el perseguía a la verdad.

La cuestión es que lo importante no es su verdad o mi verdad, lo importante es la VERDAD y esta lo es Jesucristo, aquel que murió en la cruz para darnos vida, aquel que con ese acto de amor invalida mi verdad y su verdad. Si queremos estar en verdad debemos conocer a Jesús, lo que vivió, porque lo vivió, como era, etc, en fin conocerlo a él. Jn 8:32 dice:

“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”

Entonces debemos conocer a Jesús y recibir sus enseñanzas y nuestra vida cambiará como cambió la vida de Pablo, quien al conocer la verdad se hizo libre por la gracia de Dios. Dice en Efesios 4:21 lo siguiente:

“Si en verdad le habéis oído, y habéis sido por el enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús”

Si tu corazón escucha el llamado, recíbele y recibe sus enseñanzas que son verdad y “La verdad” esta en Jesús. Podemos decir que:

La verdad: es Jesús (Jn 14:6)
La verdad: es el camino (Jn 14:6)
La verdad: es la vida (Jn 14:6)
La verdad: nos hace libres (Jn 8:32)
La verdad: esta en Jesús (Efesios 4:21)

Si aceptaste a Jesús y Dios es lo fundamental en tu vida, tu vida esta en verdad y no solo en verdad en “la verdad”

Lo ideal es que tengamos la verdad a la mano, cuídese de creerlo todo, lea la Biblia, pida al Espíritu Santo de Dios que le ayude a entender, que le hable a usted directamente o pídale a un hermano con mas años en la fe, que le instruya. Pero, siga y crea solo “La verdad”

Aporte de: E. H.