jueves, 9 de junio de 2011

La voluntad de Dios



...Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Lucas 22:42


La voluntad es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta segun la (Rae) y tambien se define como el libre albedrío. En el versiculo anterior vemos que, aunque Jesus le pedía al Padre que apartara de sí lo que le venía, no antepuso su deseo a la voluntad de Dios, sino que entregó a Dios el total derecho de decidir por el. Pero, ¿Que tan facil es entregar esa libertad? En verdad no es facil; debe existir una verdadera relacion con Dios para nosotros poder entregar a El la libertad de eleccion que el mismo nos dió, suena una paradoja, pero en la practica es una hermosa realidad y es la mejor decision que podemos tomar.

Jesus sabia hacia donde iva; nosotros a veces sabemos a que final nos llevan nuestras malas elecciones y aun así no somos capaces de entregar nuestra voluntad a aquel que nos ha dado todo; a traves de su palabra Dios nos ha revelado, cual es su voluntad para con nosotros, pero nos hacemos los sordos y ciegos. Y los resultados, son catastróficos para nuestras vidas. Nos resulta mas rapido decidir nosotros que consultarle a Dios para que el nos guie y sea el quien decida que camino debemos tomar, no entendiendo que mientras menos le buscamos y hacemos su voluntad mas largo y dificil se nos hace el camino, avanzamos un paso y retrocedemos dos o tres, es como subir una montaña de arena, se nos gastan las fuerzas, se nos nubla la vision, nos volvemos torpes al andar porque nuestras piernas flaquean a falta de fuerzas y luego de cansarnos de llorar y de quejarnos entonces recordamos que ahí esta Jehová que nos ama y que quiere lo mejor para nuestras vidas y que en lugar de querer vernos destrozados por la prueba, quiere que nos fortalezcamos a traves de ellas.

Has pensado en Abraham (Genesis 22) cuando Jehová le pidio a su hijo, el cual Dios le habia prometido, para ser entregado en sacrificio, no quiero ni imaginarme en esa posicion, podemos ver que hacer la voluntad de Dios requiere por supuesto que le creamos, debemos tener fe plenamente en El.

No puedo afirmarlo pero si puedo imaginar la paz que Jesus debió sentir cuando le dijo al Padre ...no se haga mi voluntad, sino la tuya... de lo contrario como habría podido seguir adelante sino confiando y descansando en la perfecta voluntad de Dios.

No debemos esperar a que se gasten nuestras energias y muchas otras ocasiones las ganas de seguir adelante, solo por no entregarnos a la voluntad de Dios, la cual es perfecta y en beneficio para nuestras vidas, no nos ocupemos en saber porqué a nosotros, en su momento entenderemos el beneficio de aquello que en antes nos pareció una tragedia. Y tal vez en otro caso nunca lo sepamos, porque como acostumbro a decir "No siempre se trata de nosotros" y aprender esto me dolio hasta el cansancio, en verdad me dolió, pero cuando supe que alguien mas fué bendecido a traves de mi situacion, porque cuando me sentia debil y destrozada pero obligada a seguir adelante y no rendirme, esa persona veía en mi a una persona fuerte, tolerante y madura (En realidad estaba en camino de llegar a ser todo eso). Fué cuando aprendí eso de que no se trata de mi sino de Jesus a traves de mi y el tiene una forma unica, especial y diferente de usarnos y aunque a veces duele, nunca, nadie sale perdiendo.

Hay una formula para ser vencedores siempre y es utilizando nuestro libre albedrío de la mejor manera, entregando nuestra voluntad a nuestro creador, digame usted ¿Hay acaso una recompensa mayor que una eternidad junto a nuestro Creador y viendo cara a cara a nuestro Salvador? No lo creo!

Que Dios nos ayude a hacer siempre su voluntad. Porque la paciencia os es necesaria; para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Hebreos 10:36.


E.H.

1 comentario:

Moderador dijo...

Juan 6:38
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Efesios 5:17
Así pues, no seáis necios, sino entended cuál es la voluntad del Señor.

Salmos 143:10
Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen Espíritu me guíe a tierra firme.

Hebreos 10:36
Porque tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.