lunes, 6 de agosto de 2012

Levanta los muros


Nehemías 17-20
17 Entonces les dije: Vosotros veis la mala situación en que estamos, que Jerusalén está desolada y sus puertas quemadas a fuego. Venid, reedifiquemos la muralla de Jerusalén para que ya no seamos un oprobio. 18 Y les conté cómo la mano de mi Dios había sido bondadosa conmigo, y también las palabras que el rey me había dicho. Entonces dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Y esforzaron sus manos en la buena obra.

Es increíble todo lo que uno puede extraer de un solo libro de la Biblia, nuestro Dios permitió que fueran escritas justo las palabras que necesitamos en nuestras vidas.

Los seres humanos pasamos por situaciones en que pensamos que nuestras vidas están precisamente como estaba Jerusalén, desierta y consumida. Pero nosotros tenemos la tarea de hacer como Nehemías y tomar la decisión de restaurar todo lo que pueda estar desecho en nuestras vidas.

Nehemías se entristeció, por supuesto que si, dice el versículo 4 del capitulo 1….Cuando oí estas palabras me senté y lloré…

Nehemías nos enseña que:

  • No está mal que en algún momento estemos tristes, lo que está mal es hacer de la tristeza parte normal de nuestras vidas.
  • La oración es primordial al momento de reedificar los muros. Una de las cosas que nos debilita en extremo es dejar de hablar con Dios y de buscar su dirección. 
  • Ten en cuenta que siempre que quieras hacer las cosas bien, dirigido por Dios y procurando su voluntad, se va a levantar un sanbalat a hacerte desistir de aquello que Dios ha puesto en tu corazón.


Para reedificar los muros:

1-      Hay que quitar los escombros, todo aquello que hemos permitido que se aloje en nuestras vidas y en nuestros corazones y que no es agradable a nuestro Dios.
2-      Debemos fortalecernos a través de la oración.
3-      Edificarnos y alimentarnos con la palabra de Dios (Así pudo Nehemías reclamar su promesa como lo dice en el cap. 1 versículos 8-9)
4-      Y por nada prestar atención a ningún sanbalat que se te pare en frente queriendo distraerte del propósito de Dios para tu vida.

Yo te animo a que te hagas un análisis, a que antes de echar la culpa a Dios por la situación en la que estas revises tu vida, tus acciones, tus palabras, tu vida devocional. Y seguro hallaras respuesta a esa situación en la que estas, Dios no quiere mal para nuestras vidas, El quiere que salgamos vencedores de cada proceso por el cual pasamos.

Yo de mi parte pienso que debo ejercitar mi vida espiritual y estar lista, con las puertas libres de escombros para que las bendiciones que Dios tiene preparadas para mi, puedan acceder libremente a mi vida. Entiendo que estoy en el campo de batalla y debo estar lista y en alerta, aun no es el tiempo de rendirse y si llegara ese tiempo y no me bastaran mis fuerzas Jehová mi Dios, fuerte, y grande en poder y misericordia, estará para sustentarme, protegerme bajo sus alas y pelear esta mi batalla.

Con el siempre llegaremos a puerto seguro.

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